¿Cuáles son sus causas?
Las glándulas palpebrales, es decir, las que conforman la membrana en contacto con el ojo, producen una sustancia aceitosa que lubrica la esfera ocular y el revestimiento interno del párpado. Si alguna de estas glándulas no ejecuta su misión correctamente, puede obstruir la segregación de este aceite, lo que genera un estancamiento y la formación de ácidos grasos que resecan la superficie del ojo. Este fallo no tiene un origen definido pero puede verse acompañada de otras dolencias oftalmológicas como orzuelos.También se genera con cierta frecuencia en pacientes afectados por la dermatitis seborreica, alergias que comprometan a las pestañas, afecciones bacteriológicas en la piel, cualquier infección ocular bacteriana o enfermos de rosácea...