Fascitis plantar

La fascitis plantar es la causa más común de dolor crónico en el talón. La fascia plantar es la banda plana del tejido (ligamento) que conecta el hueso del talón a los dedos del pie. Si usted se somete a un esfuerzo, su fascia plantar puede debilitarse, hincharse y hasta inflamarse. El talón o la planta del pie puede dolerle al caminar o cuando esté de pie.

La fascia plantar se fija por efecto Windlass, el efecto del viento, que asegura la transmisión de energía desde la parte delantera del pie a la parte trasera, bajo tensión. La fascia tiene la tarea de tensar el arco longitudinal, alineando la parte trasera y delantera para absorber los golpes.

¿Cuáles son los síntomas de la Fascitis Plantar?


El inicio de la fascitis plantar puede resultar engañoso. Con el tiempo, los síntomas pueden empeorar gradualmente, por lo general durante semanas o meses. Los síntomas se producen al principio sólo durante el ejercicio, y más tarde con más frecuencia, cuando se levanta o incluso estando en reposo. Esto puede conducir a la incapacidad para caminar.

Un síntoma habitual de la fascitis plantar es el dolor en el talón que aparece inmediatamente después de levantarse, pero que desaparecerá después de un corto tiempo de caminata. En el deporte las víctimas sienten inicialmente los episodios dolorosos de carga que disminuyen a medida que aumenta el calentamiento. Hacia el final del ejercicio, los síntomas volverán de nuevo. En particular, éstos aparecen durante las carreras de velocidad y salto, cuando se intensifica el dolor.

¿Causas y factores de riesgo?


La fascitis plantar se presenta debido esencialmente a la sobrecarga de la fascia plantar. Esto puede resultar efecto del deporte, especialmente al correr o saltar. La fascitis plantar es bastante común a los 40 o a los 50, lo que probablemente esté relacionado con el desgaste de la edad. Aproximadamente el diez por ciento de todos los atletas en los eventos de carreras se ven afectados por la fascitis plantar. Otros deportes de riesgo incluyen el baloncesto, el tenis, el fútbol y el baile.

El empeoramiento de la fascia puede producirse en la base por estrés excesivo, que puede por ejemplo ser causado por un tendón de Aquiles acortado. Incluso los cambios más pequeños pueden causar lesiones en las fibras de colágeno y con ello llevar a la inflamación crónica.
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